La Justicia de Las Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, imputó y ordenó la detención de Ángel Ricardo Carrizo por presunta “defraudación”, luego de que este hombre, de 7 millones y medio de pesos que le habían sido entregados para comprar mercadería en Bolivia, desapareciera sin regresar. Carrizo, quien había viajado el 23 de julio con la misión de adquirir mercadería para su empleadora, Verónica Lescano, no volvió como se esperaba, lo que llevó a la Justicia a iniciar una investigación.
El caso comenzó cuando Carrizo, acompañado por un remisero tucumano, partió hacia Bolivia con la suma de $7.500.000 entregada por Lescano, quien es comerciante en Villa Balnearia, Las Termas. Carrizo debía regresar con la mercadería el 24 de julio, pero no lo hizo. Ante su prolongada ausencia, Lescano presentó una denuncia, y la Fiscalía, a cargo de Carla León Fernández, inició una búsqueda.
Inicialmente, se pensó que Carrizo podría haber sido víctima de un delito, pero las investigaciones revelaron que había sido detectado en San Ramón de la Nueva Orán, Salta, lo que levantó sospechas sobre sus verdaderas intenciones. Además, la tecnología lo ubicó en la provincia de Tucumán, lo que confundió aún más a las autoridades.
Tras no encontrar rastro de Carrizo ni del dinero en varios allanamientos realizados en Salta, la Justicia recaratuló el caso, acusando a Carrizo de “defraudación en perjuicio de Verónica Lescano”. Según testigos, Carrizo mencionó haber tenido un problema con una mujer en Santiago, pero dejó entrever que tenía planes de regresar. Un familiar también declaró que Carrizo había llamado para decir que estaba bien y que volvería a Las Termas, aunque no aclaró cuándo.
La Justicia ha emitido una orden de detención contra Carrizo, quien sigue prófugo, y las autoridades continúan buscando su paradero, ahora bajo la sospecha de que podría haberse refugiado en Tucumán.
Fuente: El Liberal