Los efectivos de la Comisaría Tercera desalojaron en la noche del domingo un local de la calle Miguel Lillo y San Lorenzo, que está habilitado como bar pero en el lugar se realizaba una fiesta clandestina con unas 300 personas. La medida se cumplió en el marco de los controles que realizó la Policía durante el fin de semana para hacer cumplir con las normas sanitarias dispuestas por el Comité Operativo de Emergencias (COE) para evitar la propagación del Covid-19 en la provincia.
En tanto, desde la Unidad de Decisión Temprana se dispuso el secuestro de parlantes, computadoras y otros elementos de prueba para la causa.
El procedimiento de este local ubicado en la zona del ex Abasto, en el que también participó un grupo de contención de Infantería Capital, fue supervisado por el subcomisario Cristian González, jefe de turno de la Unidad Regional Capital (URC), que es dirigida por el Comisario Mayor Ricardo Fresneda.
Horas antes, González también había ordenado un procedimiento en calle España al 100 de Capital, donde funcionaba una peña folclórica sin respetar los protocolos y las restricciones dispuestas por el COE, en lo que respecta a la capacidad de ocupación del local.
“Al interiorizarse sobre la presencia policial, el dueño del negocio manifestó que procedería a invitar a sus clientes a que se retiren del lugar. Por ello el desalojo se produjo de manera voluntaria a medida que los participantes se retiraban del local para trasladarse a sus domicilios particulares”, precisó el Comisario Rubén Figueroa, de la Comisaría Quinta. En el procedimiento también participaron personal de Infantería Capital y Patrulleros del 911.