Quería comenzar su jornada laboral. Eso es todo lo que hacía Diego Díaz . Diego es chofer de la línea cuatro. Esperaba el colectivo para arrancar su turno cuando dos ladrones en moto quisieron robarle. Le había ocurrido antes pero nunca como hoy. La parada está ubicada en Formosa al 1.200, la calle principal del barrio Santa Teresita.
Terminó en el hospital con varios puntos en la cabeza. Nunca habían llegado a herirlo si quiera.
Cuando se recuperó del tremendo golpe contó que: “Eran las 13 y había muchos chicos esperando el ómnibus para ir al colegio en la parada. De repente paró una moto con dos individuos, uno bajó y me pegó un culatazo con un revólver que me partió la cabeza. Me querían quitar la billetera y el celular; uno me puso el arma en el pecho, yo agarré el cañón, forcejeamos y, al ver que no podía quitarme nada, subió a la moto y se fueron. Mientras escapaban nos apuntaban a todos con el arma”, agregó el chofer, que admitió: “tenía miedo de que me pegue un tiro”.“Por esta zona hay muchos robos de motochorros”, advirtió.