Un video es la prueba del desgarrador relato de un aspirante a Policía que denuncia haber sufrido torturas durante su corto paso por la Escuela de Policía de Tucumán. Luis Reales, uno de los dos cadetes de que denunciaron malos tratos físicos y psíquicos, relató la desgracia a la que asegura que fue sometido.
El joven de 18 años ingresó el 1 de abril a la institución y salió de allí cinco días después, directo a una sala de terapia intensiva porque no le funcionaban los riñones.
“Cuando me notaban cansado y que no podía seguir me gritaban un poco y me hacían pasar a otro instructor. Así hasta que di dos vueltas por cada instructor; no me han dado agua hasta tarde y no he comido”, afirmó en un video que difundió el diario La Gaceta.
Reales contó además que lo despertaban durante la madrugada y que llegó a orinar sangre. “A cada rato me decían que si ya no daba más, que pida la baja“, afirmó.
También contó que un cadete lo golpeó muy fuerte en el pecho, por lo que se resbaló y dio su cabeza contra la pared.
Destacó, emocionado, que sus compañeros lo alentaban y lo ayudaban a seguir porque lo veían mal.
El otro aspirante a Policía que también denunció maltratos es Luis Serra. Está con tratamiento neurológico, psicológico y psiquiátrico desde el 1 de abril, cuando se desmayó haciendo ejercicios en la Escuela de Policía. “Vomité y dije que me sentía mal; me respondieron que siguiera haciendo el entrenamiento o me daban la baja. Empecé a ver puntos y no me acuerdo de nada más”, explicó. El diagnóstico fue crisis convulsiva y deshidratación. Estuvo una semana en terapia intensiva.
El comisario Jorge Cruz, director de la Escuela de Policía, negó todas las acusaciones y afirmó que todo está documentado. “En primer lugar, jamás le faltó a nadie agua ni comida. Sería inhumano, más con el calor que hace en esta provincia. Se lo pueden preguntar a los 103 cadetes que ingresaron este año. Luego, los cadetes mayores no agreden a nadie. Al contrario, se busca el compañerismo, porque cuando salen de acá, tienen que ser compañeros en la calle. Cuando Reales se sintió mal, se llamó a los padres al instante. El muchacho salió caminando, no lo sacaron arrastrando“, dijo. En este caso en particular, además, estimó que la enfermedad era anterior a su ingreso: “puede ser que haya venido con alguna dolencia. Si fuera excesivo el ejercicio, los otros 103 tendrían reventados los riñones”.
Por su parte, el jefe de la Policía, Dante Bustamante, anticipó que si se detectaran irregularidades habría sanciones para los responsables. Además, aclaró que se está denunciando a integrantes de la Policía que no están relacionados a esa institución educativa. “Si hay cosas malas, hay que corregirlas; si hay responsables, tendrán una sanción penal y administrativa; pero antes habrá que comprobarlo”, advirtió.