El viernes pasado, en Tucumán, terminó un juicio en el que Jorge Edmundo Mistretta fue acusado de abuso sexual contra dos mujeres que trabajaban bajo su supervisión en la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N°1. El tribunal decidió que no había irregularidades legales en el proceso y que los actos de Mistretta fueron discriminatorios y parte de la violencia de género. Fue declarado culpable de abuso sexual simple en dos casos distintos y condenado a cuatro años de prisión, además de otras obligaciones legales y costos judiciales.
También se revocó su libertad condicional debido a riesgos procesales, pero se le permitió cumplir su condena bajo arresto domiciliario debido a su estado de salud. Se le ordenó realizar un programa de capacitación sobre perspectiva de género y violencia contra la mujer para su rehabilitación.
Además, Mistretta deberá pagar una indemnización a las víctimas, $4.4 millones a una de ellas y $3.6 millones a la otra, con intereses acumulados. Sus activos están congelados para garantizar el pago.
A petición de una de las víctimas, se solicitará a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia que la ayude a encontrar un nuevo trabajo en la jurisdicción judicial, teniendo en cuenta su experiencia y sin causarle más daño.
Los hechos involucraron abusos sexuales, toqueteos no deseados y comentarios inapropiados por parte de Mistretta hacia las empleadas, lo que llevó a denuncias formales y a su posterior condena. Mistretta se retiró del trabajo en 2019 debido a problemas de salud, sin enfrentar sanciones previas.