En Los Pereyra funciona un cementerio que dependería de la comuna y que no tiene empleados para el mantenimiento. Una familia tuvo que enterrar a su familiar.
Luego de varias y engorrosas gestiones la familia de Ignacio Molina, que falleció el miércoles 15 de julio, logró que la comuna de la localidad de Los Pereyra le autorizara a realizar el entierro tres días después. A pesar del tiempo que tuvieron que esperar para poder hacerlo, ese día en medio del dolor se toparon con una desagradable sorpresa, no había empleados para realizar el servicio y tuvieron que enterrar ellos mismos a su papá.
“Con mucho dolor e indignación, a pesar que no era la manera que queríamos despedir a nuestro padre, con cintos tuvimos que bajar el cajón metiéndonos a la fosa y luego con baldes tuvimos que tirar la tierra para tapar la sepultura”, contó Carmen Molina, hija del fallecido en División Noticias.
Al mismo tiempo, denunciaron que no es la primera vez que suceden actos como estos y que el cementerio está totalmente abandonado.