Según el análisis que surge de la más reciente encuesta de Opinaia, un 27% de la sociedad considera que se debe endurecer el distanciamiento social y aplicar más restricciones o mínimamente, limitar los horarios nocturnos.
Del mismo análisis, queda claro que también una mayoría descree de que medidas más estrictas vayan a ser respetadas por la ciudadanía. Un 46% respondió por la negativa a la pregunta “si el Gobierno endurece las medidas, ¿cree que la gente en su barrio va a cumplir las nuevas normas?”. Un 39%, en tanto, aseguró que sí, pero “poco”. El 15% restante respondió “bastante”.
Ante la pregunta “¿Qué debería hacerse en relación al aislamiento/distanciamiento?”, apenas el 27% respondió que “endurecerlo, con más restricciones”. En enero, esta cifra era de 38%. Hay que ver si la fuerte suba de casos de la última semana generó algún cambio y en la próxima encuesta esa percepción vuelve a subir. El 33%, por otra parte, sostiene que debe “seguir igual”, el 24% considera que el distanciamiento hay que “hacerlo más flexible”, y un 12% habla de “levantarlo totalmente”.
Ahora, cuando la pregunta es más concreta respecto a qué medidas tomar ante una segunda ola, ya los encuestados que responden “volver a una cuarentena estricta, como al principio” sube levemente al 29%. El 26% se queda a mitad de camino y pide “aplicar un toque de queda, limitando las actividades y la circulación durante la noche”. El 21%, en tanto, también pide limitar las actividades nocturnas, pero “permitiendo la circulación”. Por último, un porcentaje muy similar (23%) cree que no hay que hacer nada en particular, sino seguir con el distanciamiento.
Lo que mostró un alza considerable es la cantidad de gente que se muestra dispuesta a aplicarse una vacuna contra el coronavirus. El 62% respondió en esta última encuesta de Opinaia que se la aplicaría, cuando en el sondeo de febrero llegaba solo al 50% y en enero al 43%. Las dudas, sin embargo, vuelven ante la pregunta de si la campaña de vacunación será suficiente para frenar la segunda ola: el 44% cree que sí, mientras que el 39% dice que no.
La evaluación del gobierno de Alberto Fernández volvió a bajar, marcando un nuevo récord negativo. Recibe un 42% de imagen positiva, 40 puntos porcentuales menos del 82% que llegó a tener en abril del año pasado.