La decisión de reducir recorridos y suspender choferes en el transporte público de Tucumán ha generado un revuelo entre los usuarios y trabajadores que dependen de este servicio diariamente.
Mauro, empleado municipal, se encuentra entre los afectados y expresa su preocupación: “Tendré que salir una hora antes y ver la app para ver dónde viene el colectivo. El problema es la ida, para volver uno puede llegar más tarde a casa, solo espero llegar a horario mañana”, anheló.
Irene, jubilada, muestra comprensión hacia las dificultades que enfrentan las empresas de transporte, pero teme por el impacto en quienes trabajan en el comercio y deben ajustarse a horarios más estrictos: “No me sorprende lo que pasa. Entiendo que a todas las empresas, como a las familias, no les alcanza y están tomando medidas para poder subsistir; pero esto nos perjudica a todos. En mi caso no es tan grave, porque solo voy al médico; pero la gente que trabaja en el comercio no sé cómo hará”.
María y Belén, vecinas de Las Talitas, destacan la inseguridad en la zona como un problema adicional. María expresa su enojo por tener que salir más temprano debido a la reducción en la frecuencia de colectivos, lo que aumenta su seguridad en las paradas poco seguras durante las primeras horas del día: “Ir a la parada de madrugada es inseguro”. Por su parte, Belén, trabajadora de un boliche, se queja del mal servicio y las constantes demoras: “Estoy cansada del mal servicio que tenemos en los colectivos. Todos están destruidos y nunca llegan a horario; siempre tenemos que esperar más de una hora para volver a casa o para venir a trabajar”.
Por otro lado, el sindicato SEOC, a través de Oscar Ramón Cano, expresa su intranquilidad por la situación de los empleados del comercio. Buscan soluciones junto a la Federación Económica de Tucumán (FET) para garantizar que los trabajadores lleguen a tiempo a sus lugares de trabajo y abogan por la implementación del horario corrido en el sector mercantil.
Cano subraya la urgencia de afrontar la emergencia actual y destaca que, con los aumentos previstos, el costo del boleto influirá significativamente en el salario de los trabajadores.
La incertidumbre y las dificultades que enfrentan, y enfrentaron todo estos años, tanto usuarios como empleados del transporte público lleva la necesidad obligatoria de encontrar soluciones efectivas de una vez por todas para mantener un servicio esencial y vital en la vida diaria de los tucumanos.
Fuente: Pablo Brunella para La Gaceta