La droga es y será siempre como un ciego cazador que
dispara en todas direcciones. Tanto niños, jóvenes y adultos, son presas de sus perdigones. Y en Tucumán, la preocupación por la furiosa escalada de violencia y muerte relacionada a redes de narcotráfico, encendieron todas las alarmas.
En lo que va del año, seis personas fueron asesinadas por presuntos vínculos con el narcotráfico, la cifra triplica los casos registrados en el mismo periodo del año 2020.
Autoridades judiciales y de seguridad expresaron que esta problemática se agudiza y que se profundizan los enfrentamientos por disputas territoriales referidas a la venta de drogas. Además señalaron las complicaciones que enfrentan para investigar estas causas.
El fiscal de Homicidios I, Ignacio López Bustos declaró que el aumento de los asesinatos con sello del narcotrafico puede derivarse a que “el incremento de la cantidad de quioscos de venta, generan un enfrentamiento por el dominio territorial, es gente que está acostumbrada a manejarse en el delito y eso complica su detención”, afirmó el funcionario.
En tanto, el fiscal Carlos Sale señaló “Es un problema avanzar con las investigaciones porque esta gente genera terror entre los vecinos, por lo que muchas veces tenemos que otorgarles medidas especiales para que declaren. Sin contar que los delincuentes tienen recursos para mantener su fuga”.
Por su parte, Mariano Fernández, jefe regional de fiscales de los centros judiciales de Concepción y de Monteros, calificó que “La droga en nuestra provincia se ha transformado en la madre de todos los males. Está presente en los hurtos, en los robos y en el incremento de la violencia”, puntualizó.