Los jubilados en Tucumán enfrentan una situación crítica debido a los cambios en la cobertura de medicamentos del PAMI, que han dejado a muchos sin acceso a remedios esenciales. Desde noviembre, las nuevas condiciones limitan la gratuidad para aquellos que superan ingresos de $389.398, tienen medicina prepaga o poseen ciertos bienes, lo que genera incertidumbre, enojo y tristeza entre quienes dependen de estos fármacos para tratar enfermedades crónicas.
Rosario Fernández, de 66 años, expresó su preocupación al salir de una farmacia: “¿Cómo vas a poder comprar los medicamentos si hay días que ni siquiera podés comer?”. Rosario necesita medicamentos para la diabetes y el colesterol que antes obtenía gratuitamente, pero ahora tendrá que reducir sus compras debido a los altos costos.
Gloria Aguirre, de 75 años, y Estela Cayata, de 76, comparten experiencias similares. Gloria gastó recientemente $40.000 en medicamentos para la presión alta, mientras que Estela planea restringir aún más su compra de alimentos para costear sus tratamientos para la artritis y la tiroides. Otros jubilados, como Martina Díaz y su esposo Roberto Bravo, aseguran que tendrán que usar su aguinaldo exclusivamente para medicamentos que ya no están cubiertos.
El impacto no solo afecta a los jubilados, sino también a las farmacias. Según Verónica Pastoriza, del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán, las ventas de medicamentos a personas mayores de 65 años han caído un 19% debido a los recortes en la cobertura. Esto incluye medicamentos que pasaron a ser de venta libre o que ahora requieren un trámite para obtener el subsidio social.
Un informe nacional confirma esta tendencia: las ventas de medicamentos a través del PAMI disminuyeron un 13% entre enero y septiembre de este año, siendo Tucumán una de las provincias más afectadas con una caída del 18,3% en la cantidad de cajas adquiridas por jubilados.
Mientras tanto, jubilados como Aída Juárez, de 67 años, buscan sobrevivir con ingresos mínimos y sin querer ser una carga para sus familias. Otros, como Marta Núñez, que todavía conservan la cobertura, se solidarizan con sus pares y califican la situación como “una vergüenza”.