La Selección Argentina no pudo seguir estirando su récord personal que, tras la derrota ante Arabia Saudita, se estancó en 36 partidos sin perder. Una marca que se convirtió en la más larga de su historia con el triunfo ante Emiratos Árabes (5-0) antes de que la delegación viajara a Qatar.
La derrota dejó a un país en shock por la caída 1-2 frente a un rival inesperado que no dejó de analizarse en diferentes lugares. Sin embargo, el equipo que ganó la Copa América deberá mentalizarse para enfocarse en los próximos dos partidos que serán cruciales si quiere clasificar a la siguiente fase. Lionel Messi se encargó de poner a la selección en ventaja con un penal y un inicio arrollador en el que al conjunto albiceleste le anularon tres goles por offside.
En el segundo tiempo, todo cambiaría con un sorpresivo primer gol de Arabia y poco después una ejecución impecable de media distancia dejó a “Dibu” Martínez sin chances. Lo más increíble sucedía. Desde entonces, el equipo nacional fue más voluntad pero sus intenciones chocaron una y otra vez con una férrea defensa y un arquero que sacaba todo.
Es verdad que Messi el capitán de este barco, había avisado que no se podía pensar en los octavos porque primero había que ganar el primer partido. Y, después de un primer tiempo tranquilo, que ganaba gracias al gol de penal del capitán, todos entraron dormidos y Arabia Saudita nos hizo la cama.
Faltó reacción y aplomo en el segundo tiempo con un planteo que hizo el rival inesperado y ante una situación de desventaja de la que finalmente, no pudo llegar a reponerse.