La Unión de Tranviarios Automotor (UTA) de Tucumán inició ayer un paro por tiempo indeterminado en las 14 líneas de colectivos urbanas de San Miguel de Tucumán, en respuesta a la decisión de los empresarios de despedir a 200 trabajadores debido a la crisis en el sector. El paro continuará hasta que los empleados sean reincorporados, según informó César González, secretario general de la UTA.
La medida complicó aún más la situación del transporte público en la provincia. La Asociación de Empresarios del Transporte Automotor (Aetat) criticó a la intendenta Rossana Chahla por no responder a sus reclamos sobre las concesiones precarias, el aumento del boleto (actualmente a $690) y la falta de subsidios del municipio. Aunque Aetat implementó un servicio de emergencia con una reducción del 40% de las frecuencias, los colectivos dejaron de circular por completo a partir de las 14 horas.
Mientras tanto, el gobernador Osvaldo Jaldo recordó que el Gobierno provincial ya destina $3.000 millones mensuales en subsidios al transporte y afirmó que la solución corresponde a las autoridades municipales. A pesar de la tensión, el servicio interurbano y metropolitano sigue funcionando con normalidad.
Hoy, el concejal Fernando Juri y el secretario de Gobierno Martín Viola se reunirán con el gobernador para informar sobre la postura de la Municipalidad, que planea aumentar el subsidio del Boleto Estudiantil Municipal del 30% al 50% como parte de las negociaciones. Sin embargo, la situación del aumento del boleto urbano seguirá en discusión hasta ver cómo impactan las próximas paritarias en las finanzas del municipio.
Este conflicto está afectando gravemente a los vecinos de la Capital, quienes dependen del transporte público para sus actividades diarias. Las partes involucradas buscan una solución urgente para evitar que la crisis se agrave.
Fuente: La Gaceta