El sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual de dos menores en la Fundación Felices los Niños, intentó obtener la libertad anticipada, pero su solicitud fue rechazada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Morón. Los jueces decidieron por unanimidad que Grassi debe continuar cumpliendo su condena, que se extenderá hasta mayo de 2028.
La audiencia para evaluar su pedido de libertad anticipada se llevó a cabo esta mañana. Grassi, que se representó a sí mismo como abogado, hizo su alegato desde una oficina en la cárcel de Campana. Durante la audiencia, negó los cargos, se declaró inocente y dijo no tener arrepentimientos, según indicó Juan Pablo Gallego, abogado de las víctimas.
Gallego criticó duramente a Grassi, llamándolo “monstruo” y reafirmando que los peritajes confirmaron su culpabilidad. Afirmó que la decisión del tribunal reafirma la justicia para las víctimas y que no debería considerarse la libertad condicional para delincuentes sexuales, de acuerdo con el Código Penal.
Grassi fue condenado en 2019 por delitos cometidos en 1996, después de que una investigación periodística de Telenoche Investiga revelara los abusos. La pena inicial de 15 años fue extendida por dos años más en junio de 2022, tras una apelación por un mal cálculo de la pena y la inaplicabilidad del beneficio del “2×1”.
El sacerdote había solicitado prisión domiciliaria en abril de 2020 durante la pandemia, pero su pedido fue rechazado porque no se consideró que estuviera en un grupo de riesgo para el Covid-19. Actualmente, Grassi está alojado en el pabellón N° 6 de la Unidad Penitenciaria N° 41, donde se encuentran los reclusos con buena conducta.
En septiembre del año pasado, Grassi había presentado otro pedido de libertad condicional que también fue rechazado. La querella espera que la reciente decisión del tribunal confirme el rechazo a cualquier solicitud de libertad anticipada, manteniendo la condena como un acto de justicia para las víctimas.
