El pasado sábado, la Policía de Tucumán suspendió una fiesta clandestina que se realizaba en el club San José, en el barrio Ojo de Agua de El Mollar, donde asistieron cientos de jóvenes en un evento no autorizado. La intervención contó con un operativo especial de 70 efectivos policiales y personal del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), resultando en 17 personas demoradas, secuestro de vehículos y multas a los organizadores.
La fiesta, que surgió como un evento paralelo al Seven de Tafí del Valle, atrajo a numerosos asistentes que pagaron grandes sumas para disfrutar de música en un lugar sin autorización legal. Los vecinos denunciaron ruidos molestos, música a alto volumen y conductas peligrosas, como motos y autos circulando a alta velocidad. “Esto fue un caos para quienes buscamos tranquilidad aquí”, expresó María Fernanda Castellanos, residente del barrio.
El jefe de la Unidad Regional Oeste, comisario Marcos Goane, explicó que al constatar la falta de permisos del IPLA y la venta de alcohol, se decidió suspender la fiesta. Aunque no hubo incidentes mayores, un joven agredió a un inspector y golpeó a un agente que intentó detenerlo, además de pasar con su vehículo por encima del pie de un inspector.
Durante el operativo, se secuestraron 11 motocicletas, tres vehículos y una camioneta RAM cuyo conductor no superó el control de alcoholemia. De los 17 demorados, seis quedaron aprehendidos para enfrentar causas penales.
Vecinos y turistas manifestaron su preocupación por la proliferación de fiestas ilegales en la zona. Horacio Martínez, un veraneante, señaló que la prohibición de fiestas en carpas en Tafí del Valle provocó que estos eventos se trasladaran a áreas más alejadas, como El Mollar.
El comisario Goane concluyó que es necesario reforzar los controles para prevenir estas situaciones y proteger la seguridad de todos, especialmente en zonas turísticas durante la temporada alta.
