El crimen de Mariela Márquez, de 34 años, puso a todo Tucumán en conmoción y preocupación cuando mientras desarrollaba su trabajo en una oficina de Yerba Buena, un hombre ingresó y con aparenta venganza contra un ex compañero del colegio, decidió asesinarla teniendo en cuenta que este mismo no se encontraba en el lugar en el momento.
Rápidamente, tras el disparo ejecutado en la cabeza de la víctima, el sujeto fue reducido por las personas presentes en el edificio y llevado a la Comisaría de la ciudad por parte del personal de Patrulla Motorizada.
El primero en atacarlo para lograr que deje de amenazar a los presentes, fue el portero del edificio, identificado como Luis Fabián Gómez, quien apenas sacó el arma decidió forcejear con él y con ayuda de Luis Pablo Franco, un mozo de un bar cercano, evitaron que siga asesinando gente.
En las últimas horas, trascendió que Gerónimo Helguera, el autor del hecho, tenía como objetivo una masacre mayor, debido a que dentro de su mochila contaba con una decena de proyectiles, un cuchillo y además se había colocado protectores auditivos.
Helguera, se encontraba realizando un tratamiento psiquiátrico desde hacía varios años y según su padre y hermano, hace un tiempo atrás se extravió en el cerro y había intentado quitarse la vida. En el día a día, se pasaba gran parte del tiempo recluido en su habitación, donde jugaba al Call of Duty, un popular juego de video con temática bélica.
La familia de Helguera no sabe de dónde sacó el arma, aunque sospechan que podría pertenecer a su abuelo. También aclararon que nunca supieron que, durante sus años de cursado en el colegio Boisdron de Yerba Buena, haya tenido algún problema personal con un compañero de apellido Ledesma, como trascendió en un primer momento.
