El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, anunció la declaración de emergencia en obra pública en la provincia con el objetivo de evitar la parálisis de los proyectos. Esta medida permitirá que la Provincia utilice fondos propios para continuar con las obras y luego recuperarlos cuando la financiación correspondiente del gobierno nacional llegue.
Jaldo enfatizó que la normativa garantizará avances en las obras, cumplimiento contractual y reactivación del empleo en el sector de la construcción. En Tucumán, el 90% de la obra pública es financiada por el Estado nacional, mientras que el 10% restante proviene de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El gobernador expresó su preocupación por la falta de claridad por parte del Gobierno nacional respecto al futuro de la obra pública en todos los distritos del país, señalando que están a la espera de definiciones sobre la ley “Bases” para comenzar a recibir medidas concretas.
La falta de recursos y certificados, junto con la disminución de avances físicos en las obras, ha afectado a las empresas y trabajadores del sector de la construcción en la provincia. Ante esta situación, el gobierno provincial decidió, en conjunto con la Legislatura, declarar la emergencia de obra pública para buscar soluciones.
Entre los puntos centrales de la ley que se tratará en la Cámara se incluye un nuevo marco legal para finalizaciones parciales de obra, la recuperación de puestos de trabajo y la devolución de financiamiento por parte del Gobierno nacional.
Las obras prioritarias para el Gobierno provincial incluyen mejoramientos y refacciones en escuelas públicas, proyectos relacionados con agua y cloacas, así como iniciativas en el área de seguridad, destacándose la cárcel de Benjamín Paz y las alcaidías de Las Talitas y Delfín Gallo.