El gobierno oficializó este jueves la desregulación del comercio exterior de alimentos con la publicación de una normativa en el Boletín Oficial. La medida, que busca ampliar la oferta de productos importados y frenar la inflación, permitirá el ingreso de alimentos con solo una declaración jurada, sin necesidad de control previo de la ANMAT. Sin embargo, algunos sectores advierten sobre posibles riesgos para la industria nacional y la salud de los consumidores.
Desde ahora, la ANMAT autoriza nuevos procedimientos para importar alimentos, envases y utensilios en contacto con ellos, además de establecer normas para la exportación cuando el país de destino lo requiera. Aunque el organismo podrá inspeccionar contenedores y rechazar productos que no cumplan las normas, ya no se exigirá un control previo, sino que bastará con una declaración jurada de importación.
Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario bonaerense y opositor al gobierno de Javier Milei, cuestionó la medida al señalar que algunos países, como los de la Unión Europea y Estados Unidos, tienen regulaciones diferentes a las del Código Alimentario Argentino. Como ejemplo, mencionó que mientras en Argentina el límite permitido de ciertas sustancias es de 10 miligramos por kilo, en esos países se toleran hasta 20 miligramos, lo que podría afectar la seguridad de productos etiquetados como libres de gluten.
El ministro de Economía, Luis Caputo, ya había reducido aranceles e impuestos a la importación de productos de consumo masivo con el fin de bajar los precios. Ahora, esta flexibilización se da en un contexto de menores costos de importación, impulsados por la decisión de mantener el valor del dólar estable.
Según el INDEC, en 2024 la importación de alimentos y bebidas esenciales creció un 8,2% interanual, mientras que la de productos elaborados para el hogar cayó un 4,8%. En diciembre, ambos rubros se aceleraron con incrementos del 80,6% y 51,4%, respectivamente, favorecidos por la flexibilización de pagos en importaciones.
Algunas cadenas de supermercados ya comenzaron a importar productos como fideos y lácteos, mientras que otras optaron por artículos de bazar. Según fuentes del sector, el aumento de la competencia ya se refleja en la baja de precios en pastas secas y cervezas.
La semana pasada, el gobierno publicó el decreto 35/25 para eliminar restricciones al comercio exterior de alimentos, dejando la reglamentación en manos de la ANMAT. La normativa permite el ingreso de productos de países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y la Unión Europea, siempre que cumplan con el Código Alimentario Argentino. También se prevé la incorporación de más países mediante acuerdos de reciprocidad en materia sanitaria.
Aunque la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) había expresado preocupación por una “apertura indiscriminada”, algunos fabricantes ahora confían en que podrán competir sin necesidad de proteccionismo. Además, la medida agilizará exportaciones y reducirá costos de materias primas como la leche utilizada por los productores tamberos.