“Yo no sabía que mi hermana había fallecido, me enteré cuando me dieron el alta. El dolor que tengo es que nunca me pude despedir de mi hermana”. Esas fueron las duras palabras de Ana Lucrecia, una de las hermanas de Elisa Robles, la mujer que estaba embarazada de ocho meses y que fue asesinada durante una balacera en el barrio San Cayetano.
Ana sobrevivió a aquella masacre, se recuperó y relató detalles de lo vivido en aquella jornada trágica. “Yo no sabía que mi hermana había fallecido, me enteré cuando me dieron el alta. El dolor que tengo es que nunca me pude despedir de mi hermana”, comentó.
Además de Ana, su hermana Rita Micaela fue lesionada en la pierna derecha, y el padre de las tres jóvenes Raúl Robles, resultó herido en una mano y en la cabeza.
“Yo le preguntaba a mi mamá por mi hermana y me decía que estaba internada. Nunca supe que mi hermana había fallecido. Yo sentía que ella estaba bien”, dijo.
Según indicaron las fuentes de la investigación, cerca de las 22 de ese 1 de enero, la joven asesinada se encontraba escuchando música junto a su familia en su casa ubicada en el pasaje Beruti al 100 del barrio San Cayetano, cuando Valenzuela, vecino de la zona, se acercó a pedirle que baje el volumen y pateó un parlante, lo que originó una fuerte discusión entre los presentes.
De un momento a otro, el agresor sacó un arma y disparó contra Elisa provocándole la muerte e hiriendo a su familia. “Estamos destruidos, nos arruinaron la vida. Pido que se haga justicia por el daño que nos hizo”.