El miércoles 15 de noviembre, el Gobierno argentino anunció un ajuste en el valor del dólar oficial mayorista, pasando de $350 a $353,05, retomando la estrategia del “crawling peg” después de tres meses de congelamiento. Esta medida tiene como objetivo evitar una devaluación abrupta y establecer un ritmo de aumento diario controlado.
El ministro de Economía, Sergio Massa, adelantó la decisión de aumentar el valor del dólar mayorista en $3,50, reflejándose también en el tipo de cambio minorista, que ahora cotiza a $350,50 para la compra y $368,50 para la venta. Desde principios de 2023, el dólar oficial ha acumulado un incremento de $182,25.
El viceministro Gabriel Rubinstein indicó que se planea reanudar la devaluación de manera gradual, con un ritmo de aumento del 3% mensual, llevando el dólar oficial mayorista a $360,50 en un mes. Además, se espera que después del balotaje, el Gobierno inicie la devaluación mensual, alcanzando los $364 para diciembre.
La medida del “crawling peg,” que implica pequeñas devaluaciones diarias controladas por el Banco Central, busca brindar certidumbre sobre el valor del dólar y evitar fluctuaciones bruscas que puedan impactar en el sistema de precios. Este retorno a la estrategia impactará en la vida cotidiana, con posibles aumentos en servicios como plataformas de música, streaming y cine.
Aunque se anticipaba un ritmo de devaluación del 3% mensual, se sugiere que podría acercarse al 5%, ya que ajustarse al ritmo de la inflación podría impulsar la subida de precios. La restauración del “crawling peg” fue uno de los compromisos acordados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de la última reformulación del acuerdo.
En resumen, el Gobierno argentino busca controlar el valor del dólar, retomando el “crawling peg” como estrategia para evitar devaluaciones bruscas, aunque se plantea un ritmo de aumento mensual que se ajustará a las necesidades económicas del país.
