En él Le Coq Arena de Tallin, Estonia, el Atlético Madrid se impuso por 4 a 2 ante el Real Madrid, tras el 2 a 2 en el tiempo reglamentario y le quitó al conjunto “Merengue” un invicto en finales internacionales de casi 18 años. La última vez que el equipo de la Casa Blanca, perdió una final fue en 2003 ante el poderoso e histórico Boca de Carlos Bianchi.
Antes del minuto de juego, Diego Costa recibió un pelotazo largo, aguantó la marca de Sergio Ramos, dejó en el camino a Raphael Varane y el rompió el arco a Keylor Navas, que no pudo contener el disparo. Así, el español puso el 1 a 0 en favor de los de Diego Simeone.
A pesar del gol, el Real Madrid se mostró fuerte anímicamente y fue rápido en búsqueda del empate. Tras una aproximación de Marco Asensio, quien con un tacazo hizo lucir al arquero Jan Oblak, apareció Karim Benzema. A los 27 minutos el francés cabeceó un centro ejecutado por Gareth Bale e igualó las acciones.
En el complemento, Diego Simeone mandó a la cancha a Ángel Correa, en lugar de Antoine Griezmann, mientras que Lopetegui sacó a Marco Asensio y le dio una oportunidad a Luka Modric. Esas variantes beneficiaron al Real Madrid que de gracias a una infantil mano de Juanfran, se encontró con un penal que Sergio Ramos cambió por gol.
Cuando parecía que el Real Madrid se llevaba la Supercopa, Juanfran aprovechó un error de Marceo, quien evitó un lateral y le regaló la pelota al contrario, asistió a Correa y el argentino desbordó y le cedió el gol a Costa para que éste empuje a pelota y establezca el 2-2.
Ese resultado se mantuvo hasta el final del tiempo reglamentario y la definición se estiró al alargue.