El jueves de la semana pasada, la madre de una alumna de ocho años, de la escuela Obispo Molina, se presentó en la comisaría seccional 1ra. y denunció que el hombre del kiosco le regaló un caramelo, la engañó y la llevó al baño para abusar de ella.
Entre lágrimas, la víctima contó lo sucedido e intervino la justicia.
Por lo pronto, las autoridades de la escuela y de Ministerio de Educación han separado al acusado de sus labores, como así también a sus familiares, quienes también colaboran con la atención del kiosco.
Un lobo disfrazado de cordero
Las medidas tomadas al momento no han calmado la situación ya que se presume que otras nenas podrían haber sido víctima del sujeto y solicitan que sea detenido por la justicia. Es por esa razón que este lunes por la tarde se han manifestado en las puertas de la escuela, ubicada en la calle Crisóstomo Álvarez al 300.
“Es una presunción de abuso infantil que sucedió el día jueves durante el primer recreo. La escuela toma conocimiento de ello por la noche y tomó medidas necesarias. El viernes hicimos una reunión con los padres y estamos trabajando con la familia“, dijo la directora del establecimiento.
Uno de los padres afirmó “ahí adentro tenemos un lobo disfrazado de cordero. Espero que la justicia llegue como corresponde para este atorrante. Pedimos que se vayan las autoridades y que vengan otros que tengan más cuidado con los niños“.
Momentos de tensión
Durante la protesta, una persona se sintió mal dentro del establecimiento que tenía la puerta de acceso bloqueada por los manifestantes. Llamaron al Servicio de Emergencias del 107 para una asistencia pero la ambulancia con los paramédicos tardaron en llegar porque la gente había tomado la determinación de no dejarlos pasar.
Finalmente pudieron hacerlo y varios minutos después se retiraron. El cuerpo de autoridades y docentes ha permanecido varias horas dentro de la escuela sin poder salir. Junto a ellos había representantes del ministerio de Educación.
