Varias actividades se flexibilizaron en Tucumán tras el descenso en la curva de contagios, pero aun así, hay otras que todavía son motivo de análisis para los funcionarios que siguen tomando las medidas de prevención ante una posible segunda ola del virus. Este es el caso de los boliches, donde los propietarios pidieron al Gobierno su autorización para reabrir sus puertas.
Desde el sector, afirman que la situación es alarmante y preocupante, teniendo en cuenta que desde hace más de ocho meses que no tienen ingresos. La máxima preocupación en su posible apertura, es la de los controles para evitar la posible propagación del Covid dentro de los locales bailables.
Los dueños de los establecimientos, aseguran contar con estrictos protocolos sanitarios para volver a funcionar, y ponen en la mesa la realización de fiestas clandestinas, las cuales no tienen ningún tipo de control y son un riesgo para la población en general.
Desde el Comité Operativo de Emergencias, se analiza cada dos semanas cómo serán las nuevas actividades que se permitirán en nuestra provincia, con la pronta llegada de la vacuna se espera que las que todavía no están permitidas sí lo sean y lograr volver de a poco en lo que será la “nueva normalidad”.