El empresario Mario Conti, dueño de importantes atracciones instaladas en la localidad turística de El Cadillal, sufrió nuevamente el ataque de delincuentes que ingresaron a robar en su casa.
“Cuando entran una vez es una cosa pero dos veces ya es complicado”, explicó el propietario del catamarán Arquímides y de las aerosillas en diálogo con Tucumán Sin Filtro. Esta es la segunda vez que su familia es blanco de la delincuencia en esa casa, pero cuenta que en la vivienda que alquilaban anteriormente también fueron robados dos o tres veces. “Esto demuestra que El Cadillal sigue igual y no cambia más“, dice resignado.
Los ladrones se llevaron esta vez computadoras, impresoras, mucho dinero en efectivo, documentación, tarjetas de crédito y dejaron un desastre en el hogar de la familia.
“Lo peor es el daño moral“, asegura Conti. “No hay nada peor, sentís que te violan la intimidad. Es como que la casa fue usurpada y lamentablemente, uno ya no le ve futuro”, explica.
Tras este nuevo hecho, la familia Conti considera que es momento de seguir adelante en otro lugar. “Estamos pensando en sacar el catamarán, y la semana que viene ya va a estar fuera del agua para llevarlo. Así también veremos la posibilidad de irnos de Tucumán“.
