“Mi hijo nació prematuro..de 30 semanas…estuvo 45 días peleando para vivir…nadie sabe todo lo que tuvo que hacer para nacer”. Escuchar a Carolina Amante, la madre de Nahuel González produce un nudo en la garganta. Un dolor en el pecho. La pesadilla de las últimas horas en el hospital de Niños dejó al descubierto la entereza de una mujer que prefiere estar al lado de su pequeño hasta el último momento. Nahuel “estaba feliz porque iba a aprender a nadar…me dijeron que lo dejara solo porque tenía que adaptarse al grupo”, explica Carolina, “lo saludé con un beso…fue el último que le dí”.
La llamaron para decirle que se había descompuesto. Fue minutos después de haberlo dejado.
“Mi llamaron para preguntarme de un chico con el nombre de Mateo… “Me suena el teléfono y me preguntan: ‘¿Usted es la mamá de Mateo?’ No, mi hijo no se llama Mateo. ¿Tenía un shorcito azul con blanco? Sí. ¿Una cicatriz? Sí. No sabían quién era el chiquito”.
” Yo no sé que le ha pasado a mi hijo….Mi hijo está muerto…fue un héroe por todo lo que tuvo que pasar para existir…”. Carolina, acompañada de José, su marido, afirma que los momentos siguientes al rescate de Nahuel de la pileta de la colonia de vacaciones que funciona en el predio de la Asociación de Prensa estuvieron envueltos en la confusión.
Este es el testimonio que entregaron ambos a Canal 10 y Canal 8:
Los padres se preparan para la donación de los órganos de Nahuel mientras piden la colaboración de eventuales testigos a fin de dilucidar que fue lo que verdaderamente pasó. “Tenemos versiones que se contradicen…queremos saber”, dice Carlos, el padre del niño.
