La presidente de Brasil Dilma Rousseff salió a defenderse tras la decisión de los parlamentarios de Brasil, de suspenderla en el poder por 180 días e iniciar el juicio político en su contra. “Es un golpe. Cuanto más una palabra se acerca a la realidad que se quiere esconder, mayor es la incomodidad que su uso trae. El ministro José Eduardo Cardozo recordó que se están usando pretextos jurídicos para sacar del poder a una presidente legítimamente electa en una injusticia histórica”, dijo en su cuenta de Facebook.
La sesión que la tuvo como eje central duró un tiempo récord de 22 horas y 55 senadores se pronunciaron a favor de que sea juzgada por maniobras fiscales. Si bien el oficialismo quiso suspender el proceso, el pedido fue rechazado.
Durante los últimos meses se produjeron muchas protestas en contra de la presidente especialmente por la situación económica. La presidente presidió el directorio de la compañía petrolera estatal Petrobras.
