Una mujer fue detenida tras ser acusada de llevar a sus hijas con su novio preso por violación, para que éste abusara de ellas en el pabellón donde cumple condena, en la Unidad Penal N°1 de Paraná, provincia de Entre Ríos.
Según la denuncia, la violación sucedió cuando Silvia Stella Maris Romero concurrió con sus hijos a la cárcel para visitar a su pareja, condenado a 16 años por tres abusos sexuales cometidos en Paraná, uno de ellos contra una menor de edad, y otro perpetrado en Catamarca.
El abuso, según fuentes de la investigación, habría sido perpetrado hace dos semanas en el pabellón destinado a atacantes sexuales, donde se encontraba detenido el “padrastro” de la niña.
El padre biológico de la menor también se encuentra detenido en ese penal, pero en otro sector porque cumple una condena a 20 años de prisión por homicidio. La fiscal Fernanda Ruffatti, quien avanza en la investigación con peritajes y distintos allanamientos, resaltó que el padre de la niña había pedido en 2016 que no permitieran que sus hijas visitaran al nuevo novio de su ex mujer dado que conocía las imputaciones y características del hombre, acusado por abusos sexuales reiterados.
El caso fue denunciado por el Consejo Provincial del Menor y la Familia (COPNAF), mientras el Juzgado de Ejecución de Penas dispuso el traslado del acusado a la Unidad Penal 8 de la ciudad de Federal, al norte de la provincia.
El director de Restitución de Derechos del Copnaf, Ariel Villanueva, confirmó que tras la detención de la madre de la pequeña, en principio por dos meses, se dispuso una medida de protección excepcional para los tres hijos de la mujer. Villanueva explicó que los niños, la menor de 11 años, su hermana de 9 y un varón de 7, fueron separados transitoriamente de la mujer y quedaron al cuidado de una tía.
Tras conocerce el hecho, el ministro de Gobierno de Entre Ríos, Mauro Urribarri, pasó a disponibilidad al director de la Unidad Penal Nº 1 de Paraná. La medida alcanza también a los jefes de la división de Cuerpo y de Sección Seguridad, a la vez que se inició el proceso de sumario administrativo correspondiente.
El presunto hecho de abuso que se conoció este miércoles está siendo investigado por la fiscal Ruffatti. “Si bien la Justicia es quien tendrá la última palabra, nosotros debemos tomar medidas que garanticen la investigación y la integridad física y psicológica de las personas afectadas”, dijo la funcionaria.
La fiscal explicó que, tras recibir la denuncia que surgió por parte de la niña a través de otros familiares, se realizaron procedimientos “en el penal, donde se secuestraron varios celulares, y en el domicilio de la madre de las menores, donde también se secuestraron teléfonos”.
En mensajes, el hombre le pedía a la madre que le llevara las nenas al pabellón. La fiscal aseguró que “hay prueba contundente de que había una puesta de acuerdo, que surge de manera clara en la investigación”. En ese sentido, sostuvo que “por eso se la imputa a la mujer en el carácter de autora”.
En tanto, fuentes del Servicio Penitenciario dijeron que se hizo una revisión para “ajustar los controles” internos en el penal, en especial, en torno a las visitas. Se ordenó el monitoreo permanente a través de las cámaras de seguridad de los menores que ingreses a los pabellones, quiénes además serán observados a una distancia prudencial por personal especializado de la cárcel.
Se aclaró al Diario UNO que esta disposición no intenta reducir los encuentros íntimos de los presos, como las visitas de sus familias. Solo se será más exigente en la ruta de control de los ingresos de las personas a la hora de pasar al interior de los pabellones.
En tanto, también será más riguroso el control administrativo de las personas que pasen a los pabellones llevando niños.