El fiscal Claudio Bonari logró este jueves que se le dicte la detención a un quinto sospechoso de la desaparición de Daiana Garnica, la joven que salió de su casa el jueves pasado junto a un vecino, y nunca regresó.
En este caso se trata de un tal “Sapo”, trabajador de la cortada de ladrillos donde se buscó a la adolescente por ser lugar de trabajao también de Darío Suárez, el vecino que se convirtió en principal sospechoso.
La joven de 17 años se encontraba el sábado a la tarde en su casa. Recibió un mensaje de su vecino, Suárez, para que lo acompañara a realizar unas compras y le advirtió que no le cuente a nadie. Daiana se fue y nunca más se la volvió a ver. Los padres hicieron la denuncia y desde ese día se la busca sin éxito.
Suárez fue el primer detenido en la causa, pero se negó a declarar ante el fiscal. Posteriormente, se ordenó el arresto de Yanina Alejandra Villarreal (esposa del sospechoso), Juana Rosa Funes (suegra de Suárez) y Mavi Castro, pariente de la víctima. Estarían acusadas de ocultar información clave del caso. Lo mismo ocurre con “Sapo”, el último que terminó tras las rejas por este hecho.
Los sospechosos, según confiaron fuentes judiciales, habrían tenido contradicciones en sus dichos. Habían informado algunos detalles que fueron desmentidos por los elementos que se secuestraron en el marco de la investigación.
Por otro lado, los pesquisas recibieron un informe preliminar de los restos que encontraron en uno de los hornos de la cortada. En un principio no se trataría de huesos, sino que serían de residuos vegetales. También fueron analizadas prendas encontradas en la zona que tendrían manchas de sangre. En principio, la sangre no sería humana y la ropa no pertenecería a la joven. Por ese motivo, las pesquisas ahora están siguiendo otras líneas.
Personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas, Sergio Juárez y Daniel Cuellar, trataban de reunir más indicios sobre qué hicieron Suárez y Daiana el sábado por la tarde.
Ya tendrían confirmado que no fueron al comercio donde el acusado había dicho que iba a comprar un obsequio, por lo que tratan de establecer hacia dónde se fueron después de haberse encontrado a metros de la casa de la adolescente. En las últimas horas, trascendió que una persona había observado a la menor ingresar a una vivienda de un allegado de Suárez, pero esa versión aún no fue confirmada por los investigadores.
Ese dato, para los pesquisas, puede indicar que la menor cayó en manos de una red de trata de personas. “Es una de las alternativas que se están manejando. No se descarta nada. Esperamos mantener en las próximas horas una reunión con el fiscal para poder ir aportando elementos que ayuden a investigar el caso”, expresó Sergio Pérez, el representante legal de la familia Garnica.
El miércoles, familiares de la adolescente, acompañados por organizaciones feministas, se manifestaron en la puerta de Tribunales. Además de pedir que Daiana aparezca con vida, cuestionaron la públicamente la investigación que desarrollan la Justicia y la Policía. “No estamos para averiguar nada, son ellos los que tienen que salir a buscarla y encontrarla con vida”, dijo Ramón Garnica, padre de la adolescente.
“No tengo dudas de que Suárez está implicado en este caso. No entiendo cómo no lo hacen hablar para que diga dónde está mi hija. Es terrible saber que alguien sabe algo y no quiere hablar”, concluyó.