La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, pidió esta tarde “no generar una alerta en particular” por el brote de leionella en Tucumán , una bacteria que afecta principalmente las vías respiratorias y que suele derivar en neumonía, y refirió que es una enfermedad que tiene tratamiento.
La funcionaria encabezó una conferencia de prensa tras reunirse con expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para abordar el brote de legionella en una clínica de Tucumán, que afectó a 22 pacientes, seis de los cuales murieron.
“Hay que llevar tranquilidad en ese sentido porque venimos de dos años de incertidumbre”, comentó ministra en relación a los padecimientos por la covid-19 y agregó que “no es una nueva bacteria y no hay alguna recomendación para alertarnos o para preocupar”, insistió Vizzotti, y puntualizó que “ya se aisló el germen y no hay que asustarse”.
Asimismo, explicó que “la fuente de infección es por vía inhalatoria”, que puede ser “a través del aire acondicionado o cañerías de agua”, y aclaró que “no se transmite de persona a persona”.
La titular de la cartera de Salud contó que en Tucumán surgieron “dos casos de neumonías bilaterales graves de origen desconocido” en una clínica, porque “los gérmenes habituales daban negativo”, lo que derivó en “suspender ingresos, cirugías y consultas”, para luego “trasladar pacientes” y a partir de ahí ese centro de salud “no tiene actividad”.
La ministra reseñó que “hubo brotes de Legionella en el mundo, en hospitales y hoteles” y apuntó al “control con identificación precoz”.
En Tucumán, el Ministerio de Salud trabajó en estos días “con apoyo de la OPS y con la llegada de expertos de Washington”, indicó la titular de la cartera, que reseñó que esos dos casos “fueron detectados en el mismo centro salud” y se “notificó a la OMS (Organización Mundial de la Salud) y a la OPS”.
Vizzotti refirió que el sábado pasado el Instituto Malbrán “identificó la bacteria de legionella, que era la sospecha clínica más probable” lo que motivó a “trasladar a los pacientes” y “eliminar las fuentes de exposición de los internados, los cuidadores y el personal de salud”.