El caso ocurrió en una vivienda ubicada en calle Larrea al 1500, al sur de la capital, donde cuatro mujeres fueron sorprendidas por la policía al romper la tapia perimetral con la intención de usurpar la propiedad. Según los informes de la fiscalía, las acusadas, de edades comprendidas entre los 24 y 39 años, fueron denunciadas por derribar una parte de la tapia del terreno para acceder al inmueble.
El hecho tuvo lugar el 29 de febrero, por la tarde, cuando las mujeres derribaron la tapia frontal que había sido recientemente edificada por el propietario. Aprovechando la ausencia del dueño, ingresaron a la vivienda y se establecieron en el lugar hasta que la intervención policial las desalojó y detuvo.
En una audiencia judicial dirigida, las acusadas enfrentaron cargos por usurpación y despojo. Ante la propuesta de la fiscalía de suspender el juicio a prueba, las imputadas aceptaron realizar tareas comunitarias en una fundación y cumplir con reglas de conducta establecidas.
Además, se comprometieron a pagar una suma total de $120.000 pesos como reparación económica por los daños causados.
La defensa de las acusadas aceptó los términos propuestos, y el Ministerio Público Fiscal suspendió el proceso por un año, período en el cual las condiciones establecidas deberán ser cumplidas por las involucradas.