El caso de la docente fallecida por coronavirus en Córdoba tras haber recibido la segunda dosis de la vacuna china Sinopharm generó dudas sobre su eficacia y desconcierto en la población. Antes de enfermarse gravemente, Érica Marisa Chivalero (51) había cumplido tareas pasivas en el colegio Carlos Guido Spano (al sur de la provincia) y, tras la complicación de su estado de salud, había sido internada en una clínica de Río Cuarto, donde finalmente falleció como consecuencia del covid.
El 6 de abril, la víctima había recibido la primera dosis de la Sinopharm y, el 5 de mayo, la segunda, completando una efectividad total del 79% (con ambas dosis). Aún con el cuadro de vacunación completo, se contagió y su estado requirió internación y culminó en su deceso. “Nuestro preciado recuerdo como profesora de Nivel Inicial de la Institución. Rogamos por el eterno descanso de su alma y consuelo a sus familiares. Q.E.P.D.”, publicó la municipalidad local a través de un comunicado. Y todos nos quedamos pensando qué pasó, ¿sufría de enfermedades preexistentes?, ¿la vacuna fue ineficaz?
Con Bienestar habló con dos infectólogos quienes analizaron qué pudo haber pasado y si, en realidad, el fallecimiento pudo haber tenido relación con la inoculación. Al respecto, el infectólogo de la UBA, Victor Daniel Rosenthal (M.N. 77.649), aclaró en una primera instancia que se desconoce si la víctima tenía comorbilidades como obesidad, diabetes, entre otras. El además especialista en Prevención de Infecciones y presidente de la Comunidad Científica Internacional de Control de Infecciones (INICC), señaló que en “un estudio hecho en varios países en fase 3 se mostró que dos dosis de vacunas, administradas con un intervalo de 21 días -luego de pasados 14 días de la segunda dosis-, tienen una eficacia del 79%”. Sin embargo, especificó, “no hay suficientes datos para personas mayores de 60, ni para menores de 18, así como tampoco para mujeres embarazadas”. Además, añadió que aún no se ha evaluado la eficacia de la vacuna china con otras variantes del SARS-CoV-2.
Por su parte, el infectólogo Antonio Montero (M.P. 8.249) le dijo a Con Bienestar: “Son muchos los factores que influyen en estos casos. La vacuna china en sí no es la más efectiva de todas, como sí lo es la Sputnik y la Pfizer, con más del 90% de efectividad con ambas dosis aplicadas. El 79% de efectividad que tiene la Sinopharm es solamente medido por la producción de anticuerpos y eso no determina la inmunidad de la persona. Hay otros factores implicados como los celulares, etcétera. También hay que ver y evaluar los factores del huésped. Si éste tiene alguna inmunodeficiencia de base, eso puede empeorar el cuadro. Otro factor importante es el tiempo de vacunación: las vacunas (casi todas) requieren entre dos y tres semanas para elevar al máximo la producción de anticuerpos en circulación con la primera dosis, y otros 15 días después de la segunda dosis”.
En ese sentido, el especialista añadió: “En los casos de gravedad y muerte, también pueden incidir otros factores como que no se haya mantenido la cadena de frío adecuada de la droga y que, por lo tanto, la vacuna no haya sido eficaz. También pudo haber habido errores en su aplicación. Hay tantas cosas que pudieron haber pasado con esta paciente que es muy difícil determinar la causa de su fallecimiento”.
En la misma línea que sus colegas, el jefe de Infectología del Hospital Italiano, José Marcó del Pont, sostuvo: “Los estudios realizados en fase 3 demostraron que después de los 14 días de aplicada la segunda dosis de la vacuna china, su efectividad fue del 79,34% (IC 95% 57,17 -89,55%). Ninguna vacuna logra el 100% de efectividad. En este caso habrá que esperar más datos que nos puedan orientar y determinar la causa del fallecimiento de la mujer”.
Efectividad de la vacuna china y otras
Sinopharm, que presenta una eficacia del 79%, se aplica en la Argentina y también en países como Perú, mientras que Sinovac -que en ensayos realizados en Brasil reveló una eficacia del 50,7%-, se administra en Uruguay y Chile, entre otros. En tanto, en la Unión Europea se están administrando cuatro vacunas. La primera aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) el 21 de diciembre fue la de Pfizer y BioNTech, que es un 95% efectiva en la prevención del COVID-19. El 6 de enero, se autorizó la de Moderna, cuya efectividad contra el virus es del 94,1%. El 29 de enero se permitió la comercialización de la vacuna de Oxford-AstraZeneca, que es la más utilizada a nivel mundial y que alcanza un 76% de eficacia. El desarrollo de Johnson & Johnson, que solo requiere de una dosis, demostró una eficacia del 72% en un ensayo clínico en Estados Unidos.