Pasaron las horas pero las certezas no aparecen. Queda mucho por resolver para una jornada que será histórica.
Los festejos de la Selección campeona del mundo comenzaron en Doha, pero seguirán en nuestra tierra; con Buenos Aires como epicentro.
“Queremos ir a Argentina y festejar con nuestra gente; esa que nos apoyó durante todo este tiempo”, pidió Lionel Messi. En esa misma línea declararon Lionel Scaloni y cada uno de los integrantes de un equipo que revolucionó a toda una nación.
Tres horas tardó la delegación argentina en dejar el estadio de Lusail. Hubo festejos en el campo, en la zona mixta y en el vestuario, antes de subirse a un ómnibus descapotable para desfilar por una de las avenidas principales de la ciudad.
Después de una cena bien típica (el menú elegido fue milanesa, huevos fritos y papas fritas) el grupo partió en dos vuelos chárters que hicieron escala en Madrid y que hoy por la tarde arribará al aeropuerto internacional Ministro Pistarini de Ezeiza.
La llegada de la delegación está prevista para las 21. Pero a contramano de lo que se pensaba, el grupo no irá ni al Obelisco ni a ningún punto característico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según trascendió, desde el aeropuerto, irá directo hacia el predio de AFA en Ezeiza. Allí, los jugadores cenarán y descansarán; luego de ser recibidos por una multitud.
Los festejos oficiales junto a los fanáticos serían mañana, pero de eso poco se sabe.
Los jugadores no irían a Casa Rosada por lo que sería la primera delegación campeona del Mundo en no ser recibida por un presidente.
Claro, eso poco importa. “Queremos festejar con la gente”, dijeron los futbolistas.
