Por Noelia Fernández– Eran las tres y media de la tarde de un domingo de otoño de mediados de los años noventa. El paseo por los canales de televisión no le entregaba ninguna imagen donde se viera la pelota y las acciones de juego del partido de la fecha. Al contrario, solo se observaban las tribunas. Los rostros de los hinchas y su expresión, podían hacer suponer lo que estaba ocurriendo junto con el relato de los periodistas. Cansado de que ocurriera eso cada domingo, optó por el refugio más cercano, el bar de su barrio, donde el encuentro de fútbol se podía ver a cambio de un café. Esa era la “Era del pre Fútbol para Todos”.
En los últimos días se conoció la intención de licitar el Fútbol para Todos, mejor dicho la televisación del fútbol, los derechos locales, el sponsor oficial y todas las aplicaciones web y móviles relacionadas. Si bien el contrato por el fútbol gratuito debía llegar hasta 2019, algunos números no cierran y hasta incluso se amenazó con no jugar la décimo primera fecha del Torneo de Transición.
Cuatro empresas están interesadas en esta situación que hasta el momento es una suma de hipótesis, suposiciones y ninguna certeza. Mientras tanto puertas adentro, se sabe que los dirigentes exigirán que quienes compren los derechos deberán mantenerlo de manera gratuita hasta el 2019, como se había pensado en un primer momento. Al mejor estilo argentino, “Luego se verá”.
La pregunta inevitable que surge en este momento es saber si eso será para bien o para mal de los fanáticos del deporte universal. Este año, cuatro canales de cable se sumaron a la televisación de algunos partidos y el panorama no cambió demasiado, porque siguen siendo gratuitos ¿Pero que pasará cuando el fútbol deje de ser un derecho y pase a ser un mero entretenimiento como lo era antes?
El fútbol no morirá jamás, eso es cierto. Pero hay una realidad que no se puede negar y es que desde la televisación en algún punto, los hinchas dejaron de ir a la cancha. La evasión de la violencia nuestra de cada día dentro y fuera del estadio, la alegría de no gastar en entrada, en comida y en transporte y poder verlo con la familia frente a la tele, es el camino que eligieron muchos. Eso, se tradujo en una reducción de ingresos monetarios para las instituciones – la mayoría de ellas en crisis- que tuvieron que salir a dar un manotazo de ahogado para la financiación.
Hasta el momento todos son dimes y diretes y seguramente nadie tendrá la respuesta definitiva. Pues antes del Fútbol para Todos nadie sabía como funcionaba el derecho de poder ver fútbol fácil y sin salir de tu casa, después nadie sabrá como será la primera licitación del fútbol argentino, un deporte solo para apasionados y exigentes.
Foto: Rosario 3
