A partir del 1 de enero de 2025, la receta médica electrónica será obligatoria en Argentina, lo que marcará el fin del clásico recetario de papel. Sin embargo, su implementación no será uniforme, ya que solo 11 de las 24 jurisdicciones han adoptado esta medida, mientras otras trabajan en proyectos o mantienen normativas propias.
La resolución sobre la Ley Nacional de Receta Electrónica fue publicada este martes en el Boletín Oficial por el Ministerio de Salud. Las provincias que se adhirieron son Catamarca, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Tierra del Fuego y Tucumán. Por otro lado, Buenos Aires (provincia y ciudad), Chubut y La Rioja tienen sus propias normativas, y Río Negro y Santa Fe aún trabajan en proyectos de ley. En el resto del país, los detalles de implementación no han sido especificados.
Durante la reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA) de este lunes, liderada por el ministro Mario Lugones, las provincias plantearon la necesidad de que convivan los sistemas electrónico y de papel en zonas rurales o alejadas de centros urbanos, donde la infraestructura podría ser insuficiente para adoptar el cambio de inmediato.
Desde la Confederación Farmacéutica Argentina advirtieron que muchas farmacias no están listas para adaptarse a la nueva normativa, ya que no todas las plataformas de validación de recetas han cumplido los requisitos. Actualmente, en el ReNaPDiS hay 173 plataformas inscritas, de las cuales solo 81 están aprobadas, y otras 55 aún deben adecuarse para cumplir con las normas.
El Ministerio de Salud señaló que los “repositorios” de recetas electrónicas validarán y permitirán la dispensa de medicamentos en farmacias mediante protocolos previamente establecidos. Sin embargo, representantes del sector farmacéutico solicitaron ser convocados para discutir y perfeccionar el sistema antes de su aplicación definitiva.