Las tareas de restauración fueron encaradas en mayo tras acuerdo entre el Estado, la Universidad Nacional de Tucumán, el Ente Tucumán Turismo y la Cámara de Turismo. Hoy, la sierra de San Javier luce la renovación de la escultura que el tucumano, Juan Carlos Iramain, realizó en 1942.
Con la presencia del gobernador, Juan Manzur, se dio por inaugurada la obra que se concretó tras el convenio que rubricaron el presidente de la Legislatura, Osvaldo Jaldo; el legislador Marcelo Ditinis, impulsor del proyecto, la decana de la Facultad de Artes, Raquel Pastor; el titular del Ente de Turismo, Sebastián Giobellina; y el presidente de la Cámara de Turismo, Héctor Viñuales.
El acuerdo estipuló que para dar solución estructural y mantenimiento al Cristo Bendicente de 28 metros de altura debía realizar los siguientes trabajos: hidrolavado del monumento, sellado de fisuras y mapeados, pintura total, arenado y limpieza del basamento de piedra, limpieza parcial y final de la obra e iluminación. Y cada etapa, supervisada por la Facultad de Artes, de la UNT; institución que fue la encargada, además, de hacer un diagnóstico previo.
El Cristo que le encomendó en 1938 el gobierno tucumano al escultor Iramain y que fue emplazado en su lugar actual en 1942 había sido refaccionado en su totalidad por última vez en el año 2000. Sin embargo, en 2005 se reemplazó todo el sistema de iluminación y en 2011 se creó el Centro de Interpretación que está ubicado en el basamento de la obra. Por su altura, es el noveno en su tamaño a escala mundial.
La figura de Dios en actitud ‘bendicente’ significó un cambio en la fisonomía de la montaña y brindó, en ese contexto de angustia y guerras, una imagen de protección sobre toda la provincia. Según la historia del monumento, su construcción demoró cuatro años y se hizo por partes. El traslado total de las piezas para el armado final demoró alrededor de un año.
fuente: comunicaciontucuman.com