Ayer, en los tribunales de Monteros, Ana Díaz, madre de Luján Nieva, una niña de 11 años, enfrentó entre lágrimas y gritos a Walter Mateo Córdoba, el albañil acusado de asesinar brutalmente a su hija. “¿Por qué le hiciste eso, Mateo, si era de tu familia?”, fue la pregunta que retumbó en los pasillos donde la familia sufre la perdida de su pequeña a los ojos de la justicia.
Durante la audiencia, Córdoba fue acusado de homicidio simple y se le dictó prisión preventiva por cuatro meses. La audiencia se llevó a cabo en medio de un clima de tensión, con la presencia de familiares de la víctima, quienes escucharon detalles estremecedores del crimen.
El hecho ocurrió el pasado domingo en la casa de Córdoba, ubicada en el barrio Virgen del Rosario de Río Seco. Según la investigación, Córdoba, ex cuñado de la madre de la niña, habría matado, desmembrado y ocultado los restos de la menor en su propiedad. Los restos fueron hallados gracias al trabajo de la Policía y de perros rastreadores. Ana Díaz intentó acercarse a Córdoba durante la audiencia, buscando respuestas a lo sucedido, pero fue retirada del lugar tras sufrir un shock nervioso.
El juez Mario Velázquez ordenó la prisión preventiva de Córdoba, argumentando que existe un alto riesgo de fuga debido a la gravedad del crimen, que calificó como “macabro”. Además, mencionó la posibilidad de que el acusado intente interferir con el proceso judicial, ya que podría coaccionar a testigos clave.
Durante la audiencia, se reveló que Córdoba fue agredido por otros internos en la comisaría de Famaillá, donde estaba detenido. Sufrió un hematoma en su pómulo izquierdo y fue trasladado a un pabellón de máxima seguridad.
La tensión en Río Seco, donde ocurrió el crimen, sigue siendo alta. Tras la detención de Córdoba, los vecinos intentaron tomar represalias contra él y destruir su vivienda, pero la situación fue controlada por la Policía y el delegado comunal. Aunque la violencia fue contenida, las autoridades mantienen vigilancia en la zona para proteger a los familiares del acusado, quienes han recibido amenazas.
Fuente: La Gaceta