El segundo juicio sobre la muerte de Facundo Ferreira terminó el viernes pasado. El tribunal, dirigido por las juezas Stella Maris Arce y Alicia Freidenberg, junto con el juez Patricio Prado, anunció la decisión. Hubo un retraso en el juicio debido a problemas en la computadora.
Los acusados, González Montes de Oca y Díaz Cáceres, recibieron sentencias de 15 y 20 años de prisión efectiva, respectivamente. Fueron considerados culpables de homicidio agravado por el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. Además, se ordenó que permanezcan en prisión preventiva hasta que la sentencia quede firme.
La fiscalía, encabezada por Estela Giffoniello, presentó su versión del caso. Argumentaron que los policías alteraron la escena del crimen, apoyados por pruebas como el movimiento de la motocicleta según el GPS de un vehículo policial. También señalaron videos que mostraban a Díaz Cáceres manipulando casquillos en el lugar del crimen.
La fiscalía presentó un análisis del recorrido que mostraba que los agentes comenzaron a disparar primero con postas de goma. Encontraron casquillos calibre 9 mm en el camino, que pertenecían a la policía. Giffoniello pidió que los acusados permanezcan en prisión preventiva, argumentando que usaron armas de fuego para cometer un homicidio que causó un daño irreparable y desproporcionado. Señaló la peligrosidad de disparar múltiples balas en un lugar público y destacó que, como agentes de policía, eran conscientes del peligro de sus acciones al perseguir a los menores.