El miércoles, varios pescadores en la cuenca del río Salí, en Tucumán, reportaron la aparición de cientos de peces muertos, lo que atribuyen a la contaminación del agua. Mientras pescaban cerca de la desembocadura del río en el dique Frontal, en un área conocida como La Bahía, comenzaron a notar un fuerte mal olor y luego vieron a los peces flotando muertos en el agua, una situación que calificaron como un “desastre”. Este episodio ocurre tras el final de la zafra en algunos ingenios de la región, y los pescadores responsabilizan a la industria local.
Juan Carlos Pereyra, uno de los pescadores presentes, expresó su indignación y señaló que “contaminar es un delito” y que solo deteniendo a los responsables se podría evitar que este tipo de incidentes se repita. En las aguas del Salí se encontraron varias especies afectadas, como sábalos, bagres, tarariras, bogas y dorados, a lo largo de varios kilómetros del río. Pereyra afirmó que este es “el peor desastre” que ha visto en años, superando incluso el episodio de contaminación registrado en junio pasado.
Ante la gravedad del hecho, las autoridades locales y de Santiago del Estero han comenzado a investigar, tomando muestras de agua y de peces muertos para realizar análisis de laboratorio. Se espera que, al igual que en episodios anteriores, se presente una denuncia penal en la justicia federal para que se tomen medidas contra los responsables.
