Una serie de indicios que se fueron sumando al expediente de la causa por el supuesto abuso del odontólogo Sebastián Juliano a una adolescente llevan a la Justicia a creer que se trató de una relación sexual consentida.
En primer lugar, horas después de que el caso se hiciera público, Juliano se presentó ante el fiscal Claudio Bonari y habría reconocido haber mantenido una relación con la chica. Aseguró que fue consentida. Siempre según una fuente judicial, ofreció probar sus dichos con los mensajes que habría intercambiado con ella.
Además, según trascendió, en las últimas horas el fiscal habría recibido los resultados de las medidas que desarrollaron los forenses que revisaron a la adolescente. Ambos habrían detectado lesiones en la zona vaginal, pero no serían las características de un abuso sexual.
Por otro lado, el odontólogo no presentaría las escoriaciones o golpes característicos que les provocan las víctimas a sus agresores sexuales, según los médicos.
Otro punto importante es que según la defensa de la chica, ella perdió sangre en el lugar donde se produjo la relación y mientras la trasladaban a su casa. La Policía encontró manchas de sangre en la camioneta de Juliano y en la puerta de la vivienda donde la dejó.
Si se confirma que ella consintió la relación, él no podrá ser imputado por abuso sexual. Según las leyes, mantener una relación con una mayor de 16 años tampoco es delito, siempre y cuando se demuestre que no se aprovechó de alguna situación particular.