Una bala en la axila, disparada desde una distancia muy corta, a quemarropas, es la confirmación que hicieron los peritos forenses tras practicar la autopsia correspondiente sobre el cuerpo de Marcos Saéz, el joven de 25 años que murió el miércoles por la noche en San Martín y Thames cuando huía de un intento de robo de su moto.
La herida fue encontrada cerca de la axila izquierda, sin orificio de salida y realizada con un arma de bajo calibre. Se estima que esto provocó que la víctima pierda el control de su moto, que luego se cruzó por San Martín para chocar en la esquina sur contra una pared.