La Justicia de Santiago del Estero condenó a una pareja de la localidad de Beltrán (Robles) al hallarla responsable de tratar en forma inhumana a una niña de 11 años, discapacitada, y someterla a prolongados y crueles vejámenes sexuales. Así lo resolvieron Margarita Piazza de Montoto, Élida Suárez de Bravo y Juan Carlos Storniolo, al bajar el telón a un juicio oral ventilado desde el 20 de febrero pasado.
La sentencia recayó en contra de Miryam Roxana Figueroa, madre de la menor, a quien los vocales impusieron una pena de cinco años de cárcel, por “abandono de persona y privación ilegítima de la libertad agravado por el vínculo”.
También el fallo incluyó al padrastro de la víctima, y pareja de Figueroa, Yolando Armindo Gómez, a quien los funcionarios judiciales penaron a diez años de cárcel, al encontrarlo penalmente responsable de “abuso sexual con acceso carnal”.
Según la descripción de la fiscal Marta Elena Ovejero, el triste epicentro fue una casa del Bº Ampliación Gramajo.
Alertada por el hartazgo de los vecinos, una asistente social se presentó y fue recibida por la madre de una niña con agudo retraso madurativo.
En segundos, la visitante tuvo frente suyo la decadente estampa de una niña, a quien los adultos trataban como un animalito y mantenían atada.
Jamás los adultos reconocieron culpa alguna, pero los camaristas hicieron desfilar a numerosos testigos, entre vecinos, policías, médicos y psicólogos. Finalmente, el tribunal condeno a la pareja y la envió tras las rejas.
En tanto, la hoy adolescente pasa sus días con un familiar, pero con un trato humano. Según fuentes judiciales, es improbable que la pareja regrese algún día a convivir con la jovencita.