A principios de 2022, una madre denunció en la comisaría seccional 1ra. que el dueño de un kiosco le dio un caramelo a su hija de ocho años, la engañó y la llevó al baño para abusar de ella. En junio de este año, el acusado fue absuelto tras un juicio, lo que llevó a la familia a apelar la sentencia.
Sin embargo, este miércoles, el jurado determinó que el hombre es culpable del abuso a la niña. Fue condenado a dos años y seis meses de prisión en suspenso, lo que significa que quedará en libertad.
Por primera vez, la madre de la víctima se ha presentado en cámara para compartir sus pensamientos y reflexiones sobre el caso con un equipo de Los Primeros: