Los letrados representantes de la familia de Omar Monteros, abogado que fue asesinado en Villa Urquiza sostuvieron, una vez más, que el caso se encuadra en lo que fue un crimen por encargo. “Quisieron asustarlo y lo terminaron matando”, resumieron Horacio Monteros y Ricardo Fanlo, en referencia al primer sospechoso detenido por la causa.
Monteros fue asesinado la noche del 21 de abril cuando llegaba a su casa con su madre y se disponía a ingresar su auto al garage. En ese instante, dos hombres bajaron de una camioneta y al verlos, la víctima intentó guarecerse y ponerse a salvo siendo perseguido por los individuos. Uno de los atacantes disparó al suelo pero el proyectil rebotó y lo hirió en el pecho.
Un equipo de la división Homicidios , al mando de los comisarios Ramón Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos, identificaron a un sospechoso. El lunes se hizo una rueda de reconocimiento donde un testigo señaló a uno de los autores. Por esa razón, se ordenó la aprehensión de Pablo “Lampriao” Véliz.
El martes se realizó la audiencia donde se formalizaron los cargos. El auxiliar Lucas Maggio lo acusó de homicidio agravado por el concurso de dos o más personas, en calidad de coautor; y pidió la prisión preventiva por seis meses. De acuerdo a la investigación judicial, los implicados habían realizado tareas de inteligencia previa con la finalidad de tenderle una trampa a la víctima.
El defensor, José Molina rechazó la imputación en contra de Lampriao debido a que este tiene una discapacidad en ambas piernas “por la que le habría sido difícil correr y perseguir a la víctima”.
El acusado, al declarar en la audiencia, no sólo insistió con su inocencia, sino que además afianzó la teoría de los querellantes. “Soy un perejil en esta causa. No tengo nada que ver. Pido a la justicia que investigue, que aclare este hecho, pero que no culpen a cualquiera para calmar las aguas”, dijo Véliz. Pero al mismo tiempo aportó otro dato: “puedo decir que había una joven que estaba buscando personas para que asustaran al ‘chango’ este. Nada más, no sé quiénes eran”.