Este viernes 23 de agosto, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán implementará la segunda etapa del Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU), que invertirá el sentido de circulación en las calles San Lorenzo y Crisóstomo Álvarez, algo que no ocurría desde hace más de 30 años. Este cambio ha generado confusión entre los vecinos, quienes aún intentan comprender cómo afectará sus desplazamientos diarios.
El comerciante Sebastián Bosonetto expresó sus dudas sobre el alcance de la modificación, al igual que Juan Cortés, un jubilado que no entiende cómo este cambio mejorará el tránsito en la ciudad. Por otro lado, Mario González, un cuida coches de la zona, tiene confianza en que la medida ayudará a descongestionar el tráfico en la calle San Lorenzo.
El cambio implica que la calle Crisóstomo Álvarez ahora circulará en sentido este a oeste, desde avenida Sáenz Peña hasta Ernesto Padilla, mientras que San Lorenzo lo hará en sentido contrario, desde avenida Adolfo de la Vega hasta Sáenz Peña. Además, la calle Las Piedras mantendrá su dirección actual, excepto en el tramo entre Ernesto Padilla y Adolfo de la Vega, donde invertirá su sentido para mejorar la fluidez del tránsito.
Para preparar a los conductores y usuarios de transporte público, se han comenzado a instalar nuevas paradas y señalizaciones en las calles afectadas. El subdirector de transporte municipal, José María Molina, confirmó que se prohibirá el estacionamiento en calle San Lorenzo durante las 24 horas en el tramo comprendido entre Sáenz Peña y Adolfo de la Vega.
El secretario de Transporte y Movilidad Urbana, Benjamín Nieva, destacó que este cambio es fundamental para aliviar el tránsito caótico de la ciudad y aseguró que todo el personal de la Secretaría de Movilidad, junto con la Patrulla de Protección Urbana, estará en las calles para guiar a los conductores y vecinos durante la transición. Las acciones de información y señalización continuarán hasta que la ciudadanía se acostumbre a la nueva disposición del tránsito.
Fuente: La Gaceta