A cinco meses de la muerte de Miguel Reyes Pérez, el joven de 26 años que estuvo más de 20 días en coma tras recibir un balazo en la frente y un culatazo por parte de dos policías en el barrio San Cayetano, la mesa “Justicia por Reyes” presentó un petitorio para exigir el pase a pasivo de los dos oficiales implicados.
Por el hecho están imputados Mauro Navarro y Gerardo Figueroa, dos oficiales de la patrulla motorizada que prestan servicios en la comisaría 4ta. Pese a la evidente responsabilidad de los policías en la muerte de Reyes, ambos continúan en funciones. Incluso, Figueroa trabaja en un colegio a pocas cuadras de la vivienda de Ana Reales, la mamá de Reyes.
Por esto, desde la mesa “Justicia por Reyes” concentraron el viernes en plaza Independencia y presentaron un petitorio en la Secretaría de Seguridad para exigir el pase a pasivo de los dos oficiales implicados.
Miembros de la mesa junto a Ana, la mamá de Reyes, fueron recibidos por José Farhat, titular de la Subsecretaría de Participación Ciudadana. No les garantizó el pase a pasivo de los dos policías imputados, pero el funcionario se comprometió a elevar un pedido para desplazar a Gerardo Figueroa del colegio San Cayetano, donde trabaja actualmente.