Hay paseos románticos que son, por así decirlo, de manual. “Con mi amor en los lagos de Palermo”, posteó hace dos semanas la modelo chaqueña Verónica Notagay en su cuenta de Instagram, una selfie casual mientras andaba en un bote a pedal junto a su pareja, José María Slapak, oriundo del Chaco tal como ella. Notagay había cobrado cierta fama como protagonista de producciones hot para diarios como Olé y Crónica, con un cuerpo formado con clases de crossfit en un gimnasio de Recoleta. Fue también anunciadora de rounds en peleas de box, incluso coqueteó con la actuación en diversos castings y hasta integró el cartel de una obra de teatro en el hotel Bauen, de la cual finalmente no fue parte.
Oriunda de una comunidad mocoví en la zona de Quitilipí, había comenzado a modelar a los 22 años. Su familia luego se trasladó a la ciudad de Castelli, de donde es oriundo Slapak. “Mi sueño es ser azafata de Guido Kaczka”, aseguraba a Teleshow a comienzos de su carrera. Hoy, Notagay, de 26 años, que usa el nombre artístico de “Michelle”, corre riesgo de morir. Su novio, con quien había iniciado una relación hace pocos meses tras conocerlo desde su adolescencia, sería el único responsable.
El domingo pasado cerca de las 8 de la mañana, de acuerdo a información policial a la que accedió Infobae, Slapak se encargó de llevar a Notagay al Hospital Alemán: la joven, de 26 años, tenía tres cortes en su cuerpo, principalmente en el tórax, un claro ataque de arma blanca. Slapak, aprovechando un momento de distracción, huyó del hospital para no volver a ser visto.
Hoy, mientras Notagay lucha por su vida con un diagnóstico de neumotórax y un pronóstico reservado tras ser derivada al Hospital Rivadavia, el joven chaqueño es buscado intensamente: el Juzgado Correccional N°13, a cargo de la doctora Patricia Gichandut con la secretaría del doctor Eduardo Rico, pidió su captura en una causa hoy bajo secreto de sumario, un hecho que llegó a la Comisaría N°13 tras un reporte del Hospital Alemán mismo. La carátula del caso hasta el momento es “lesiones agravadas”. Fuentes policiales aseguran que Verónica pudo hablar: lo señaló a Slapak como el responsable. El motivo del ataque: “una discusión por celos”, apunta una fuente cercana al expediente.
La Policía Metropolitana allanó el departamento que compartían Notagay y Slapak en Recoleta, sobre la calle Juncal. Se secuestraron dos cobertores con manchas de sangre y un cuchillo, la presunta arma del ataque. Se sospechó rápidamente que Slapak dejaría la ciudad, ya que se constató que el joven tenía un pasaje de micro. Así, se montó una vigilancia en la terminal de Retiro: Slapak no apareció.
De vuelta en Chaco, quienes conocen a Slapak se maravillan ante el caso. El joven, hasta hace un año, había trabajado como enfermero en un servicio de emergencia en la ciudad de Castelli, zona del Impenetrable. “Nunca faltó a trabajar ni era violento”, aseguró alguien que trabajó con él. Para Analía Zalazar, la madre de Verónica, que viajó de urgencia a Buenos Aires, esta situación es una sorpresa absoluta: “Nunca nos contó que era violento”, aseguró Zalazar a Radio Ciudad en su provincia.
Este mediodía, mientras el ataque a Notagay era conocido en todo el país, Slapak, todavía prófugo, envió una extraña señal. Bloqueó el acceso público a su cuenta de Instagram y cambió su foto de perfil en Facebook: la reemplazó, insólitamente, por la imagen de un portalámparas. Por lo pronto, la Justicia ya requirió las filmaciones de las cámaras del Hospital Alemán de la mañana del último domingo.
Fuente: Infobae