Este jueves se cumplieron dos meses de la desaparición de Daiana Garnica y la investigación continúa. En un nuevo peritaje en la ladrillera donde trabaja el principal sospechoso, habrían encontrado prendas y objetos que ayudarían a dar con el rastro de la adolescente de 17 años.
En un terreno que está en la parte posterior de la ladrillera, la Policía y los peritos hallaron el jueves elementos sospechosos que podrían están vinculados al caso de la joven.
Personal científico de la Policía Federal se presentó a la mañana a realizar el levantamiento de muestras y algunas pericias que se le harán al material genético que se habría encontrado en el lugar donde trabajaba Darío Suárez, el principal detenido por el caso.
Los padres de la adolescente fueron citados esta mañana para reconocer mediante fotografías los elementos encontrados, pero el resultado fue negativo.
Los nuevos operativos fueron impulsados por el fiscal Diego López Ávila, que se encuentra subrogando la fiscalía de Claudio Bonari. Ya la semana pasada había ordenado que se inspeccionen los pozos ciegos de las viviendas de los acusados, sin que hubiera resultados positivos.
Daiana salió el sábado 6 de mayo de su casa en el barrio Julio Abraham, en Alderetes, para acompañar a su vecino, Suárez, a hacer unas compras. Nunca más apareció.
El fiscal Bonari sospecha que Suárez, mediante engaños, sacó a la adolescente de su casa y la llevó a algún lugar donde habría cometido el ataque. También estima que el principal acusado no actuó solo, sino que contó con la colaboración de algunos allegados. Fabián “Sapo” Pacheco, compañero de trabajo, y Juan Mátar, dueño de la ladrillera, serían los principales comprometidos.