El coordinador de Políticas Sociales del PAMI, Federico Casinelli, le ” soltó” la mano al interventor del organismo, Luis Larcher, tras la polémica por el uso de combis para discapacitados en el acto de inauguración de su local de campaña electoral.
“Con esta denuncia se reflejó algo que venimos denunciando desde el año pasado, pero sobre todo públicamente desde el mes de febrero. Entendíamos que había un manejo poco transparente de la institución y de los recursos que hacen a la institución”, señaló Casinelli en dialogo con Radio Metropolitana (100.5).
Las diferencias entre Casinelli, considerado el “segundo” del PAMI, y Larcher no son nuevas. Ambos dirigentes oficialistas llegaron a la intervención de la obra social de los abuelos a mediados de 2013 de la mano de La Cámpora, pero se distanciaron cuando el titular abandonó la organización kirchnerista. Entonces, los dirigentes de la agrupación que dirige Máximo Kirchner exigieron su renuncia al PAMI, pero Larcher se negó.
En este sentido, Casinelli indicó que este nuevo acto de Larcher “de alguna manera refleja que lejos de ser una interna política en la organización, como lo plantearon algunos medios de comunicación, es lo que nosotros estábamos planteando y tenía que ver con que no se estaba dando un servicio acorde al proyecto político al que pertenecemos”, expresó.
“Creo que en este momento, queda en manos del director ejecutivo nacional del PAMI la continuidad de Larcher o no en su cargo. Ya ha cumplido un ciclo. Este es el colmo del bochorno y el solo debería apartarse del cargo. Funcionarios provinciales por mucho menos que esto renunciaron al cargo que estaban ocupando”, apuntó el coordinador de políticas sociales del PAMI.
