Fue el dream match. El partido de los sueños para Boca y para Tevez. Sólo por él dio vuelta un partido que tenía olor a golpe de KO en el arranque del segundo tiempo. Porque Carlitos guapeó cuando el partido estaba chivo y, 1-2, primereó a Batalla y la embocó sin arquero. Y cuando el ritmo había aflojado, afinó punteros para un 3-2 de novela. Ah, y él armó la jugada del 1 a 0 de Bou. Monumental lo del 10, que había dicho el jueves que debía aprender a jugar los superclásicos, no tanto como hincha…
Fue un clásico a pura emoción. Boca lo tuvo para el cachetazo después del 1 a 0, se durmió y una burrada de Peruzzi le dio vida a River, que se hizo una furia, lo dio vuelta y… en el segundo tiempo salió a comerse a la presa. Tuvo sus chances pero le faltó definición. Y Tevez es Tevez. Supo explotar esa media cancha con espacios que siempre dejó River, a espaldas de Ponzio. Aún ganando, el equipo de Gallardo siempre mostró debilidad y vulnerabilidad.
Boca parecía apagado con el 1-2, estaba más para el tercero en contra que para empatarlo. Defendía demasiado cerca de su arco y no encontraba la pelota. Y tuvo la suerte de que Gallardo sacara a D’Alessandro. Y apareció Carlitos, primero le puso un pase de gol a Pavón que sacó Batalla. Y después, lo ganó solito. El rey Carlitos.
Fuente: Ole