Después de la clasificación a los cuartos de final que consiguió Rosario Central ante Gremio, Boca quiso ser el segundo equipo argentino en transformarse en uno de los ocho mejores del continente. Su victoria conseguida en Paraguay lo posicionaba como principal candidato a quedarse con la llave frente a Cerro Porteño.
Sólo tuvieron que pasar 90 segundos para que el Xeneize haga delirar a la Bombonera. Una infracción deCarlos Bonet sobre Federico Carrizo adentro del área obligó a Wilton Sampaio a sancionar la pena máxima. Desde los doce pasos, Carlos Tevez facturó y comenzó a sellar los boletos a la siguiente instancia.
A pesar del dominio local, el mejor delantero de Asunción se las ingenió para desarmar a la defensa argentina y amenazar con la hazaña. En la más clara que gestó, el atacante con pasado en Sol de América le quebró la cintura al Cata Díaz y reventó el palo con una definición cruzada. Fue la carta más incisiva de la visita.
Un mal cálculo de Orion en el mano a mano que protagonizó frente a Luis Leal pudo tener un precio demasiado caro. El ex San Lorenzo no sólo falló a la salida, sino que además simuló un golpe para justificar su floja actuación. Si el combinado guaraní hubiese capitalizado el error, Boca se habría comprado un serio problema.
En el complemento los conducidos por el Mellizo sufrieron más de lo esperado. Como Cerro Porteño le perdió el respeto al anfitrión, los hombres de Gustavo Morinigo aceitaron su circuito ofensivo y arrinconaron a su rival contra las cuerdas, aunque los contragolpes comandados por el Apache amenazaban con liquidar el compromiso. El duelo era de ida y vuelta y la llegada del gol parecía ser cuestión de tiempo.
La reivindicación de Orion se produjo después de un tiro libre ejecutado por Leal. El moreno de Arrentela se cargó el empeine y fusiló al histórico arquero, quien se lució con una tapada notable. El cierre del ex central deColón para evitar el grito de Junior Alonso fue fundamental, dado que en la réplica el máximo ídolo del plantel abasteció a Cristian Pavón para que el atacante con pasado en Talleres deje sin posibilidades a Anthony Silvay desaloje a los fantasmas que sobrevolaban el Alberto J. Armando.
La expulsión de Bruno Valdez por la inocencia de cortar una chanche de gol con la mano ejemplificó la resignación paraguaya. Tal es así, que la triangulación entre Tevez, Fabra y Pablo Pérez decoró el 3 a 1 para que la fiesta sea completa. Por el carácter demostrado y el calendario que se formó luego de las eliminaciones de River y Corinthians, el Xeneize se transformó en un serio candidato al título.
Fuente: Infobae
