Facundo Lencina, un oficial de Policía, se enfrenta a cargos relacionados con una balacera ocurrida, en América al 1.400, el 11 de septiembre; en la que murieron tres personas. Según los informes, Lencina, quien estaba fuera de servicio, se vio envuelto en un enfrentamiento con dos presuntos motochorros que intentaron robarlo. En respuesta, el oficial abrió fuego, realizando al menos 12 disparos y matando a los dos delincuentes. Sin embargo, un tercer individuo que se encontraba cerca también resultó herido de muerte por una bala perdida.
El fiscal Carlos Sale ha decidido imputar al oficial después de una investigación de sesenta días. Él alega que Lencina pudo haberse excedido en su legítima defensa, lo que podría complicar su situación procesal. Esta decisión legal podría permitir a los familiares de las víctimas asumir un papel en el proceso legal.
Lencina, de 24 años, estaba esperando a su novia afuera de la peluquería donde ella trabajaba cuando fue abordado por los motochorros, quienes le robaron sus pertenencias. Lencina se identificó como policía y trató de detener a los ladrones, lo que llevó al tiroteo. Los motochorros murieron en el lugar, y más tarde se descubrió que ambos tenían antecedentes por robo. Trágicamente, un transeúnte, Lucas Fernando Delgado, de 21 años, recibió un disparo en el pecho y falleció mientras realizaba ejercicio cerca del lugar.
En un primer momento, Lencina fue arrestado pero luego fue liberado. El fiscal Sale comenzó a investigar el caso, y después de una serie de testimonios y pericias, decidió acusar al oficial de dos delitos: exceso en la legítima defensa en el caso de los motochorros y homicidio culposo en el caso de Delgado. Aunque Lencina defendió su actuación como una respuesta legítima a un acto delictivo, la fiscalía considera que disparó en exceso y que fue responsable de la muerte de Delgado, aunque sin intención.
La audiencia donde se presentarán los cargos se llevará a cabo, y la jueza Cinthya Lorena Rocha tomará una decisión. No se han proporcionado detalles precisos sobre los cargos presentados contra Lencina, quien sigue en libertad y realizando tareas administrativas. La decisión del fiscal podría abrir una puerta legal para que los familiares de las víctimas participen en el proceso y, si lo desean, presenten una demanda contra el Estado.
La situación ha generado controversia en la comunidad, con opiniones divididas sobre si Lencina se excedió en su respuesta a la amenaza de los motochorros o si actuó adecuadamente en defensa propia. Este caso pone de manifiesto los desafíos de establecer límites claros en la actuación policial y la importancia de la formación de los agentes en el uso de la fuerza.